lunes, 12 de diciembre de 2016

Credibilidad [Para Olivia (2)]

Ayer domingo, rematando una semana muy extraña de festivos y laborables alternos de manera milimétrica, no madrugué demasiado. Un programa radiofónico del que soy seguidor bastante regular, se me escapó en buena parte. El conductor del programa entrevistaba al jefe, que parece que presenta un nuevo libro.

El jefe es muy poderoso, por eso es el jefe, pero es muy poderoso también fuera de su empresa. Es un jefe que pone y quita gobiernos, o influye de manera determinante para que eso ocurra. El jefe también es académico de la lengua y se permite ironizar sobre la calidad de la ortografía de alguno que en tiempo pasado ha sido colaborador en alguna de sus empresas.

Si el despido o cese de colaboración tiene origen ortográfico, muy probablemente debería haber ocurrido con anterioridad. No es fácil empeorar la ortografía. Es mucho  más fácil no haberla tenido buena nunca. Yo mismo, que tengo más de trescientas entradas a escrutinio aquí mismo, no me fío de alguna de mis tildes, presentes o ausentes. Pero no es que haya empezado a no fiarme la semana pasada. Al contrario, trato de hacerlo mejor cada semana, con más cuidado. Ahora que no hay revisión de textos, a mi me informan semanalmente de las diacríticas que me he zampado. Me extraña mucho que un colaborador de PRISA, con firma medianamente reconocida, haya recorrido el camino contrario hasta hacerse despedir.

Creo que el jefe del que hablamos, Juan Luis Cebrián, es un tipo muy poderoso que se permite demasiadas licencias. Hoy mismo, a primera hora, en otro programa de radio del que no solo soy seguidor habitual, me pueden considerar devoto, me entero que JLC ha intervenido ayer en el programa de televisión que seguramente lidera la audiencia a esa hora.

No sé si fue solo a hablar de su libro o de alguna otra cuestión. Cada vez veo menos la televisión y no creo que me hubiera quedado a ver a JLC ni aunque hubiera sabido que intervenía con un entrevistador en principio menos fácil que el que había tenido por la mañana. Me gusta el periodismo de Javier del Pino. Me gusta algo menos el de Jordi Évole. Me gusta cualquier periodismo libre. Lo que ocurre es que el periodismo, que debería entenderse como libre sin añadir más, es una profesión más peligrosa que la de guarda de seguridad.

Cebrián se permite hablar del cuarto poder en un programa de su emisora como si no hubieran pasado los últimos cinco años. Como si firmas de mucha altura no hubieran roto con él o él con ellas y en algunos casos no se hubieran aireado algunos trapos poco limpios. El de su salario millonario mientras la empresa se desangraba financieramente ha debido volver a salir ayer en el programa televisivo. Cebrián, y sus medios, tienen un problema de credibilidad. No son los únicos. Sin credibilidad, una empresa periodística se convierte en una capilla y sus productos en hojas parroquiales, con todo respeto para esas hojas que no suelen tener como finalidad ganar dinero.

Pero hay seres tan aborrecibles como los cebrianesComisarios políticos por todas partes, en gobiernos y empresas públicas, cargos de libre designación, de confianza, dedicados en cuerpo y alma a la caza de brujas. También en algunas empresas tradicionalmente privilegiadas, los hombres - no suelen ser mujeres- de negocios siguen con el viejo tic de llamar a periodistas para coaccionar, con los argumentos a su alcance en cada caso. 

Prestigiosos reporteros de guerra han aseverado que el periodismo local es muy peligroso, más peligroso que los kalashnikov y las minas anti-personales. Todo esto sucede aquí, en Cantabria, y como nuestro buen tiempo invernal, no hay que pasar la cordillera ni cambiar de continente para encontrarlo.  Pero de esto, querida nieta, te hablará tu padre mejor que yo. Él sigue siendo periodista. Sin añadidos.






2 comentarios:

  1. El presidente del Grupo Prisa dice que los periodistas se autocensuran. No va más. Es la primera vez que, escuchando a Javier del Pino, he sentido un poco de vergüenza. Este es un pais de cebrianes y cañetes.....y yo tampoco "estoy aquí para hablar de mis contradicciones"

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