lunes, 26 de enero de 2015

… y capitel



Mucho antes de que algún profesor me hablara del fuste y del resto de la columna estoy seguro que lo había escuchado en casa. Tener fuste, o no tenerlo, hablar de alguien que era de mucho fuste o de muy poco. Incluso ser acusado de no tenerlo (yo). Mi mayor contacto con Grecia se debe más a la Historia del arte que a la del pensamiento y no estoy seguro de haber ganado en el reparto. Una editorial española que alguna vez se identificó con la punta de lanza del progreso, empezaba ayer la publicación de una serie de libros sobre esa historia del pensamiento. Número uno para Platón. Platónico entendimos que era algo difícil de alcanzar. El amor de aquella primera muchacha que no nos hizo mucho caso. Algo más había.

He visitado Grecia solo una vez y no se griego. Ni siquiera sabía que al partido más votado la ley electoral griega le da un bonus de 50 diputados, que sobre 300 no está nada mal. Es decir, estoy muy por debajo de la media. Ahora tenemos expertos por cualquier esquina que acusan a los ganadores de ayer de tener mayoría gracias al bonus citado. Que sigan. Parece que es el camino.

Tampoco estoy seguro de que ateneo y Atenea tengan relación. El Ateneo de Santander recientemente no ha cedido su salón para un debate entre ciudadanos y organizaciones políticas que tratan de formalizar una candidatura para las elecciones municipales de mayo. Me parece legítimo que su órgano de gobierno no comulgue con los propósitos de esa candidatura, pero ha habido ocasiones recientes en que los remilgos de esa institución han sido más escasos.

Pío Moa, sin duda un referente cultural de primer orden, si ha accedido a esa tribuna hace poco más de un año. Parece que también se ha presentado allí un libro que elogia a la División Azul y en este mismo blog tuvimos un susto a cuenta de una errata en un programa de actos de esa institución.


Hay otros ateneos con diferente apellido, y hay ateneos en otros lugares y el de aquí también ha tenido otros tiempos…pero sigo sin saber si la diosa Atenea, que ayer también ha  votado a Syriza, cubre el espectro de los ateneos…

Estoy invitado al acto del 33º aniversario del Estatuto de Autonomía el próximo domingo en el Parlamento de Cantabria y no voy a ir. La democracia, y hoy no está de más recordarlo, es otro invento griego. Hoy en que muchos estarán tratando de dar lecciones sobre el tema a los propios griegos… Un acto conmemorativo de ese calibre creo que requería de actores más templados, menos raciales. A uno creo que no le conozco. Al otro si. No creo que el presidente del Parlamento sea fan de Alfonso Ussia, pero la cuestión es ¿en qué calidad viene al Parlamento de esta región? ¿Qué méritos tiene en defensa de los valores autonómicos? ¿Viene gratis? 

Lo peor de lo peor, en mi humilde opinión, es que no he escuchado a nadie de la mesa del Parlamento cuestionar esa presencia. Si el que calla otorga… solo queda desear que esa candidatura que no se pudo discutir en el Ateneo tenga buen resultado, a ver si después de mayo algunas instituciones se quedan agarradas al capitel, pero sin fuste.


lunes, 19 de enero de 2015

Refugios



Una derivada inesperada del atentado de Paris es la reacción papal. Confieso que a mi la declaración del Papa argentino me ha parecido de lo más normal. Hemos sido educados en la veneración a la madre. Mentárnosla en clave ofensiva tiene la reacción común que ha mencionado el Pontífice, es verdad que también está lo de la otra mejilla… Acotar algún límite a la libertad en general, a la de expresión como pilar fundamental de la misma, es problemático. Pero admitimos con poca duda que la libertad propia termina donde invadimos la ajena.

Uno es libre de llevar su dedo índice por delante con el límite… en la cuenca del ojo de otro? Un poco antes? Es necesario defender el derecho a la blasfemia como parte de la libertad de expresión? Hay un denominador común en las religiones con más fieles en cuanto a la consideración de algo como blasfemia? He renunciado. Aplicar sentido común tampoco parece que sirve, nadie garantiza que exista un denominador común en ese terreno. ¿Y en otros?

En esta ciudad, con muchas posibilidades para seguir siendo un lugar apacible, hay decisiones que no ayudan. Sin ánimo de encontrar luces en los túneles de presupuestos municipales y deuda, lo que parece meridianamente claro es que cuando hablamos de cientos de millones, los 10.000 euros que han faltado para que una anciana con su vivienda expropiada para la construcción de un nuevo vial encontrase un nuevo alojamiento, aparecen en una órbita muy diferente. En otra galaxia. Que en los mismos días se anuncien proyectos innecesarios, remodelaciones de parques por ejemplo, que solo se pueden explicar por las vísperas electorales, ponen sal en la herida. Cuando varios frentes se abren al tiempo, la historia militar nos ofrece muchos ejemplos de derrotas cantadas.

Si el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, para explicar que se ha perdido en los alrededores de Washington se ve obligado a comunicar que ha conocido la América profunda, lo cual indica varias cosas a la vez pero sobre todo que no tiene ni idea de qué es y dónde está esa América, el alcalde de Santander Iñigo de la Serna, los miembros de su equipo que se queden en situación de desempleo después del mes de mayo, deberían buscar alguna explicación superior a los 10.000 euros que le han faltado a la oferta que le hicieron a Amparo por su vivienda y parcela.

La semana pasada he visitado el refugio antiaéreo de la Plaza del Príncipe recientemente habilitado por el Ayuntamiento. Su valor histórico está fuera de duda. He tenido referencias directas de la vida cotidiana en Santander en ese tiempo. Mi suegra y su amiga Paz cimentaron esa amistad entonces. En trece meses de guerra Santander sufrió más de 30 ataques de la aviación franquista aunque solo uno de ellos, el del 27 de diciembre de 1936, por número de víctimas y represalias posteriores, ha pasado a la página principal de la Historia de la guerra civil.

Hace un par de meses un periodista local, Aser Falagán, publicó en el Diario Montañés que alguna de esas represalias tiene todas las características del mito y que no hay una sola prueba sobre los crímenes del faro de Cabo Mayor que todavía luce un monumento in memoriam

http://blogs.eldiariomontanes.es/trentitopic/2014/11/14/el-mito-de-cabo-mayor/

¿Está a tiempo un alcalde que ha habilitado un refugio histórico de rectificar, desde el sentido común, la ley parece que no le va a obligar, y ofrecer un refugio a una anciana? Esa anciana es Amparo y esta página es una pequeña aportación a #AmparoNoEstáSola

lunes, 12 de enero de 2015

Ahmed y Malek




Paradoja. Quienes matan en nombre de un dios se cargan a un correligionario. Pasa casi a diario, pero hay quien considera a Ahmed Merabet, un cipayo, un colaboracionista, y eso justificaría...Lo explica su hermano, Malek, en un acto fúnebre:”Mi hermano era musulmán y ha sido asesinado por dos terroristas, dos falsos musulmanes”. Se puede estar orgulloso de defender una cultura y una religión y a la vez, los valores de la República francesa, los que compartimos, quiero creer, la mayoría de occidentales: libertad, igualdad y fraternidad. El mundo es y está muy complejo para despachar los asuntos de manera simple. Y se intenta a diario.

El desastre es que esos valores no sean compartidos por todos, después de más de doscientos años de su botadura. Al margen de la religión de cada cual. Parte del desastre es tener que soportar la hipocresía que representan algunos de quienes encabezaban el cortejo oficial del domingo en Paris. Si algunas fotos no están trucadas, se prueba el divorcio que existe entre la población y sus dirigentes. La presencia de Netanyahu en esa cabecera duele… Otros reclamarán por Abbas o por otros.

Rajoy tiene un problema. En broma lo denominamos #postureo. Encabezar la marcha de Paris y patrocinar algunas de las leyes que se han aprobado o pueden todavía aprobarse en esta legislatura es, como mínimo, muy contradictorio. Y las contradicciones las carga el diablo. Su ministro del Interior no le va a la zaga. Tienen propuestas que no sirven, que no han servido y que no van a servir. La libertad se defiende con más libertad. Con recortes se acaba. Retocar el tratado de libre circulación de personas en la Unión solo traerá más sufrimiento a quienes peor lo pasan en los aledaños de Europa y en sus regiones periféricas. Y eso, a la vez, alimenta la inseguridad en Europa.

Más de cuatro millones de franceses, según Le Monde, se han movilizado, en Paris y en muchas otras ciudades de todo el país. Marine Le Pen parece que se ha reunido con mil seguidores. La proporción tiene esta vez mucha importancia. La propuesta de Le Pen sobre la pena de muerte, aprovechando el caso de Charlie Hebdo, además de… es grotesca. Amenazar con la pena de muerte a quien ya ha decidido el martirio, es una salida muy difícil de calificar desde parámetros de racionalidad adulta.

La última vez que estuve en Paris residí, junto a otros miembros de mi familia, en un apartamento de alquiler junto a la Place de la République. En otras ocasiones, algunas de ellas con mis alumnos, hemos atravesado esa plaza camino de nuestros alojamientos baratos, periféricos. Hoy no era posible dar un paso en esa zona de Paris. Voy a tratar de quedarme con esa imagen. A Paris he ido varias veces. He tenido esa fortuna. Casi la mitad de ellas por motivos de trabajo, fortuna añadida.

En El Cairo solo he estado una vez. En los primeros días de enero de 1999 estaba por allí. Ya habían pasado muchas cosas de las que envenenan las relaciones entre occidente y el mundo islámico y no habían pasado otras que han envenenado todavía más esas relaciones. Visitamos, entre otras, la mezquita de Al Azhar. Como experiencia no estuvo mal. Su valor artístico fuera de duda. Pero hubo contenido  ideológico. Además de cierta liturgia. No es una queja. Aceptamos voluntariamente ponernos algo entre gabardina y chilaba para entrar. Lo de descalzarse es mucho más común y se hace en muchas casas de latitudes nórdicas.

Pero el seminarista que nos tocó como guía se puso algo pesado al enseñarnos la plegaria. Pudo empezar como un juego. Unos guiris que recitan algo rítmico en árabe dirigidos por el que sabe. Como cuando con unas sangrías delante, se intenta lo del cielo enladrillado o los tristes tigres.

Mi atrevimiento de hoy, al transcribir lo que sigue, también va en memoria de lo sucedido el pasado miércoles en Paris. “Al-illáh, illáh Allah, láhu Muhammad rasúl illáh”. (*) Vale. Ahmed lo habrá recitado muchas veces. ¿Qué hará Malek ahora?

(*) Aproximadamente, “No hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta”

jueves, 8 de enero de 2015

Charlie




Hoy el titular no podía ser otro. Hasta ayer era el nombre familiar de un sobrino, probablemente algún huracán y el nombre en clave de un bando en alguna película de guerra. Quién sabe que más. Hoy es lo que es. Situarnos frente al fanatismo y la intolerancia. Me faltó tiempo ayer para compartir un cartel “Je suis Charlie”. Hoy veo que algunos ponen reparos al cierre de filas. Normal. Eso es lo que nos distingue. El respeto a la discrepancia. Que los lápices no sean contestados con fusiles de asalto. Tampoco es saludable mezclar velocidad y tocino. Y todo lo demás.

Y esa tendencia no es necesariamente de un solo origen. El Islam es una religión tan respetable, o tan poco respetable, como las demás. Las tres grandes religiones monoteístas y todas las demás tienen detrás historias muy complejas para despachar en pocas líneas. No recuerdo que nadie tildara las acciones terroristas de ETA de terrorismo católico, o cristiano, sin matices. Probablemente todos, o la inmensa mayoría, de aquellos activistas estaban bautizados en el catolicismo romano. Hablar de terrorismo islámico es exactamente lo mismo. Hay enfermedades muy graves y las de origen religioso pueden ser, lo han sido numerosas veces, tremendas pandemias.

Haber llegado a recibir broncas notables por francófilo, controlar bastante bien esa lengua vecina, conocer en cierta profundidad su Historia, no me da ningún punto adicional. Pero hay algún mecanismo interno que me afecta. Quizá haber amanecido 48 horas antes del crimen contra el semanario satírico en suelo francés. Haber disfrutado allí de unos días de vacaciones como muchas otras veces. Pero mi francofilia tiene límites. He contrastado en directo que las cosas no les van muy bien a nuestros vecinos, siempre tan por delante en todo en los últimos doscientos años. Pero soy poco fiable. En ocasiones he dejado de comprar productos franceses cuando se producían atentados a productos españoles con escasa respuesta por parte de las autoridades republicanas…

Y ya. La defensa cerrada de la libertad, de la de expresión como pilar fundamental, debe hacer que sigamos con lo que teníamos previsto. Mi apunte para esta semana, semivacacional todavía, solo dice SMIG 648,60€. La subida del salario mínimo ha sido de poco más de tres euros mensuales, como la mayoría de las pensiones, después de tres años de descensos acumulados. La congelación nominal es un descenso real del poder de compra. O sea, la fiesta que nos anuncia el gobierno, de España y de casi todas las comunidades autónomas, se va a pagar con 400 de las antiguas pesetas.

Autorizado por mi edad lanzo una historieta de abuelote sin nietos biológicos. Tengo dudas de si era 1963 o un año más tarde. En cualquier caso hace más de cincuenta años. Camino por la calle Vargas hacia casa. Vuelvo del colegio. Diviso algo en el suelo húmedo frecuente en nuestra ciudad. Muy dobladito, calculo hoy que al menos en un octavo de su superficie, me encuentro un billete de 500 pesetas. En casa me autorizan a gastarlo en lo que hacía como dos años que era mi petición reiterada: una bicicleta. Y me sobraron 100 pesetas. Saltando en el tiempo como en algunas leyes que nos ha regalado este gobierno, la subida de este año del SMIG va a dar para comprar…tres billetes del autobús urbano -no estoy seguro del precio del billete simple, uso bono- Qué tiempos los de la bicicleta! Claro que la última que me he comprado, ya hace siete años, costaba más que un SMIG de 2015.