lunes, 20 de octubre de 2014

L’embolic




Yo tenía incorporado el término en mi bilingüismo práctico, nunca fue académico, como lío. Ahora al consultar un diccionario on line me sale todo lo que sigue: amasijo, embrollo, enmarañamiento, enredo, lío, taco, tinglado. O sea, que mi bilingüismo práctico funciona. Eso, o algo de eso, seguramente hay más, es lo que tenemos/tienen aquí y allí.

A lo largo de la semana, no se si antes o después de derrotar a Turquía en alguna votación realizada en New York, que nos ha posibilitado volver a ser, como estado, de momento incluyendo a catalanes, valencianos, etc miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, he participado en una discusión en red sobre la declaración unilateral de independencia.

Quizá he jugado con ventaja. He dicho que la última que recordaba era la de Rodesia del Sur. Yo era bastante joven cuando un tal Ian Smith, que en principio parece que es alguien que sale cada mañana a tomar el metro en algún lugar de la periferia de Londres o Manchester, incluso de Glasgow, pero no, este era el gobernador de aquella colonia británica, actualmente Zimbabwe. Y durante una docena de años consiguió tener su país en un buen lío, un auténtico embolic. Para acabar muriendo en el exilio sudafricano antes de que en Sudáfrica se decidieran a abordar su propio asunto.

Nada que ver con lo que plantea Artur Mas o con lo que le plantean a Artur Mas. Pero es una declaración unilateral de independencia y en un momento en el que la metrópoli va a estar sentada con los grandotes. Como si fuera uno de ellos. Las huidas adelante son lo que son pero alguien en el cuartel general que sea, entre los Pirineos, el Ebro y el Noguera Pallaresa, debería pensárselo un par de veces más.

Mi ventaja estaba, y ya lo he comentado alguna vez en este blog, en que el tema de la revolución del África negra fue uno de los que expuse, parece que aceptablemente, para convertirme en funcionario del estado, rama de lo que entonces se llamaba profesores agregados de bachillerato. Eso fue en 1981. Un año antes en Rodesia, ya Zimbabwe, habían aclarado lo suyo y yo lo supe explicar. Robert Mugabe en aquel momento supuso lo mismo que años más tarde encarnó Nelson Mandela. Mandela  murió con reconocimiento de hombre bueno todavía no hace un año. Mugabe ha pasado la barrera de héroe a tirano hace ya tiempo, tiene noventa años y controla su país con mano férrea y resultados electorales dudosos.

En una entrevista radiofónica le preguntaban al ministro de Exteriores de España, más feliz que el día de su primera comunión, si la entrada el próximo uno de enero en el Consejo de Seguridad no va a ser un marronazo para España. Es posible que haya que enfrentarse, y debería ocurrir en estos dos próximos años, al reconocimiento  de Palestina como estado soberano y salir del régimen de apartheid que es el que en la práctica viven los palestinos en el seno del estado de Israel. Un apartheid muy similar al de la Rodesia blanca de Ian Smith y de la Sudáfrica anterior a 1994. El problema con Israel es que todavía la ONU no ha tomado las medidas que tomó con Rodesia y con Sudáfrica. Y ahí vamos a estar. Un poco de cosa si que da

2 comentarios:

  1. Hum... Uno de los reproches que suelen largarme mis colegas catalanes (aún los tengo, aunque confieso que no pocos de ellos me irritan sobremanera) es que "no conozco la realidad catalana", más o menos como si fueran eso, negros de la antigua Rhodesia, o tal vez palestinos de Gaza.

    ¡Hace falta valor! Hay que ser cenutrio para identificar las minucias folklóricas de la "catalanidad" en la trayectoria histórica de España con las prácticas GENOCIDAS que imperan en no pocos ámbitos coloniales. Hay que ser imbécil (o torticero) para deplorar los excesos del colonialismo "español" en Cuba y alegrarse de la derrota "española" contra los EE.UU., cuando en todas esas fazañas intervinieron catalanes sin mayor ínfula separatista.

    En fin, hemos llegado a la embolia. Embolia cerebral, que disfraza de progresismo lo que no es sino aldeanismo insolidario y egoísta. ¿Especificidad de Cataluña, dice usted? Bien, ¿le importaría señalarme en qué consiste, si es posible con cierta EXACTITUD? Ajá... Ya lo entiendo. Nada por aquí, nada por allá, como en los espectáculos de magia.

    Como el esperpento de votar no se sabe quién (no hay censo), ni dónde (donde usted quiera, hombre), ni cuántas veces (basta expresar una "voluntad colectiva"), ni cómo se contarán los votos y con qué consecuencias. Esto no tiene que ver con el Mau-Mau, yo más bien lo relacionaría con el toco-mocho. Y es más difícil de enjaretar diplomáticamente que la guerra del Kosovo o la caída de De Klerk ante Mandela.

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  2. De enfermedades sabes infinitamente más que yo, pero todavía no debe hacer una semana, un amigo de un amigo me ha dicho en facebook, que desde Santander no se perciben bien los problemas que hay a 25 km de tu puesto de trabajo. Fuera de Suiza no hay terapia para el cantonalismo

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