lunes, 29 de septiembre de 2014

La gran muralla



He dudado si cambiar una r por una l pero el tema no va de broma. He renunciado. Yo no tengo la imagen en directo pero la imagino bastante bien. El presidente del gobierno se pasea por la muralla china y en Barcelona, esa imagen si la he visto, en el Palau de la Generalitat y en la Plaça Sant Jaume, parece que tienen algo que celebrar. No he hecho la traducción del huso horario peninsular al de China pero no cuesta imaginar que sucedió prácticamente a la vez.

No se si esto era lo que durante meses se ha denominado como choque de trenes pero con lo que tiene que ver es con el antiguo aforismo del peor sordo… quien no quiere oír, o escuchar que no es exactamente lo mismo pero tampoco están lejos. Cerca de Pekín también hay un lío, sin gracias entre r y l. En Hong Kong se habían creído, muchos, que iban a tener un sistema democrático en el seno de la denominada República Popular. Y los británicos que actuaron de padrinos del asunto.

En Pekín están dispuestos a dotar a Hong Kong de una democracia digamos, orgánica, en la acepción popular que tuvo en España durante muchos años. Lo que deciden los “órganos” del Conductor, Caudillo, Duce, Führer… No se chino. Pero seguro que hay traducción. Ya hace meses pasó por Pekín Cospedal para estrechar lazos entre el PP y el PCCh. La visita fue devuelta por los orientales y no ha tenido nada que ver en alguna modificación de nuestros textos legales. Se jura.

Los que aprendimos marxismo, académico y callejero, todavía recordamos que había un nivel en la superestructura de los modos de producción, intermedio entre el ideológico-religioso y la infraestructura económica que era el del aparato. Jurídico-político. Si nuestros políticos, se expresen en la lengua peninsular en la que lo haga cada uno, deciden un día de estos dejar de enredar, deberían entender que la mayoría de la ciudadanía sabemos lo que es una ley. Y lo poco que cuesta cambiarla si hay mayorías parlamentarias, y/o consenso para hacerlo. Incluida la Constitución.

Pero estamos ante gentes de principios. Marxistas de la fracción Groucho. Si no gustan los principios del lunes sacan otros sin esperar al martes. Que le pregunten a Gallardón. Al final se trata de un pulso entre un tío, Artúr, (he puesto la tilde innecesaria y prohibida para ver si le dejamos de nombrar como si fuera Ártur) que es el Delfín de un delincuente confeso, con la mala uva que los residentes en Catalunya en sus años de gobierno podemos recordar, y otro elemento que dirige un partido que en los juzgados de media España aparece como una asociación de malhechores.

Del primero, consejero de Economía en alguno de los gobiernos de Jordi, se ha sabido justo hoy que en Liechtenstein, ese pequeño país centroeuropeo tan difícil de escribir y de nombrar, están por asegurar que algo tiene que ver con el asunto de Pujol y de Ferrusola y de los Pujol-Ferrusola. Mariano ha pillado en sobres según su ex tesorero. Que no es el único ex tesorero de ese partido que, según las investigaciones policiales y judiciales que se conocen hasta este momento, asegura que el pillaje viene desde el principio. Que vinieron a aceptar, allá por el Pleistoceno en que parece situarse nuestra Transición, unas formas políticas, insisto formas, a cambio de seguir pillando.

Con los #sonotonesinpilas, los presuntos delincuentes prefieren liarla a lo grande. Si antes de morirme veo crecer una gran muralla allá por donde a nuestro Ebro le llaman Ebre, no olvidaré llevarles un recado al infierno, pero es irreproducible. Las tasas judiciales de momento están como las ha dejado Gallardón aunque su sucesor parece que quiere tocarlas de nuevo. O sea, retocarlas.

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Asunto a no olvidar. Nada que ver con los politiqueos del día a dia. Agradezco vuestra firma
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