domingo, 31 de agosto de 2014

Políticas macarras




No me importa reconocer que he consultado el diccionario de la RAE para asegurarme del orden en que aparecen las distintas acepciones. Por si tienen la misma curiosidad que yo: http://lema.rae.es/drae/?val=macarra

A estas horas de la madrugada se cumplen 75 años de la invasión nazi a Polonia, una de las mayores macarradas de la historia reciente. Agresivo, achulado, vulgar, rufián, el cabo Adolf era eso y mucho más. Un peculiar judío, Woody Allen, tiene su propia versión: https://www.youtube.com/watch?v=0SyIMY8B5pQ
En estas tres semanas de vacaciones, gracias a la bondad del editor que no tengo, he tomado algunas notas y se me están desbordando. La política de Marruecos con respecto a la inmigración, el hecho de que a mitad de agosto y durante más de 24 horas la gendarmería real, y la virtual, estuvieran de manos y calzones caídos, en breve y para uso particular, lo califiqué de macarra. Eso si, se superó el anterior record de llegadas de africanos en flotadores de los que antiguamente se compraban en el Bazar San Carlos.

De paso, algún medio de comunicación ha recordado que ya hace 20 años que llegó la primera patera a Canarias. Decenas de miles de llegadas después y algún millar más de tragados por la mar, que siempre ha tenido apetitos poco controlados, seguimos ahí, con una política achulada y rufianesca. Y es que pese a estar como estamos por el sur de Europa, el Mediterráneo sigue siendo la frontera socioeconómica más frontera de todas cuantas existen en el planeta. La situación en Siria, en Libia, en Palestina, refuerza la llegada de personas que intentan vivir. No digo mejor, que también. Digo vivir.

En Gaza, más de 2.000 muertos más tarde, hay una tregua que los más optimistas entienden que puede ser el inicio del fin y parece que faltan horas para que desde allí se realice un programa televisivo que a mi me parece un programa-macarra pero no me hagan mucho caso. Apenas veo la tele. Hace unos días, y pensé que era broma, un amigo, desde allí, desde Gaza, apuntó en una red social la posibilidad de que Telecinco y Ana Rosa o Ana Rosa y Telecinco lo estuvieran planeando.

Parece que no es broma. No se si Ana Rosa escucha a Wagner de madrugada, pero lo van a hacer. #basurasinfronteras se me ocurrió en uno de esos primeros botes tan míos, y así debe seguir en esa red social. Bueno, quién sabe si Ana Rosa ha fichado por el ministerio de Defensa o por el de Exteriores, decididos por fin a hacer algo. Como sugerencia, pueden ir pensando en grabar otro programa en el este de Ucrania. Allí Putin, y no solo él, también practican una política macarra. Nada nuevo. Si hoy hace 75 años que los nazis invadieron Polonia, la semana pasada se cumplieron los 75 años de la firma del pacto entre Hitler y Stalin que facilitó la invasión… y el pasado 1 de abril los 75 años del final del primer acto de aquella tragedia, la guerra civil española.

Hay noticias mejores pero las he guardado para el final. La serie Friends ha cumplido 20 años. Resulta que sus protagonistas están más cerca de mí que de mi hijo, que fue quien me incitó a conocerlos, pero se conservan muy jóvenes.  Y un paisano dirige la Iglesia católica española desde hace pocas jornadas y tiene un talante notablemente contrario al anterior. El Papa sigue moviendo ficha. Dan ganas de encargarle la solución de lo de Catalunya.

El final de las vacaciones en los juzgados seguirá poniendo muchos nervios en los cuarteles generales de los grandes partidos -incluyendo a Convergencia en el lote- y al ministro de Justicia se le ocurre que de los miles de aforados que existen hasta hoy, se puede pasar a 22. Exactamente 22. Ya le han contestado desde Bilbao. El único lugar del mundo donde se pueden atrever a mejorar una oferta como esa. ¿De 18.000 a 22? ¡No! De 18.000 a cero, nada. Eta kitto (= y punto).

Después tenemos a Mariano y a Merkel pero no sé si dan buenas noticias o malas. ¿España crece y Alemania decrece? ¿Nuestro mayor problema es colocar a Cañete y De Guindos? Voy temprano a la playa pero parece que el sol me ha afectado…





martes, 12 de agosto de 2014

Cerrado por vacaciones



Era el titulo que se me estaba ocurriendo para esta entrada que debería haberse publicado ayer para seguir con la regularidad. En buena lógica la página solo iba a tener titular. El resto vacío. Pero ocurren cosas que hacen que se cambie de opinión. Hace unos 20 años y eso quiere decir que yo tenía poco más de 40, eso es lo único seguro, en los Campos de Sport un chaval me llamó señor para pedirme permiso para pasar. Tardé en darme cuenta que era a mi a quien se dirigía. Nadie, nunca, me había llamado de esa manera. Asumí, creo que con poco coste en la parte del ego, que estaba dejando de ser joven. Que los jóvenes me veían mayor.

Ayer ha habido una segunda etapa de la misma historia. En el autobús municipal, hacia casa, al mediodía, día nublado, menos gente en la playa…vehículo bastante lleno. Un chaval se dirige a mí y me cede su asiento. Me negué. Les hice un comentario, el iba con un amigo un poco mayor, de que es algo que está pasado de moda pero que se lo agradecía mucho y que no lo necesitaba. Más de una vez he visto a gente muy mayor, muy necesitada de asiento, sin que nadie les ofreciera uno. Esto es exactamente así. Y yo no me veo así. Pero si le llevas a alguien, pongamos medio siglo, te ven necesitado de asiento.

Y luego está algo que no sabía donde colocar y que puede ir perfectamente aquí. El pasado sábado he asistido a una celebración familiar que me tocaba muy de cerca. La boda de mi hijo - foto del hermano de la novia- sabía que tenía una parte de tristeza que me había comprometido conmigo mismo a gestionar de la mejor manera posible para que no empañara la alegría que presumía iba a dominar la fiesta como es normal. No tuve que hacer nada. Un amigo de mi hijo me lo dio hecho.

Tras el acto más oficial, a cargo del alcalde de Santillana del Mar, algunos amigos de los novios y una tía del novio y una amiga de la familia de la novia hicieron lecturas un tanto dispares pero en las que se resaltaba la proximidad entre todos los que estábamos por allí. Recuerdos de infancia y juventud, etc. Uno de los lectores celebra su cumpleaños el 19 de octubre. Es conocedor de que para nosotros dos, padre e hijo, y para muchos de los allí presentes, esa fecha es muy dolorosa desde hace ya casi seis años.

Lo unió con una naturalidad, su cumpleaños y el fallecimiento de la madre del novio, que lo que estaba latente y con lágrimas furtivas, se derramó de una vez y tuvo el efecto benéfico de dejarlo resuelto para el resto de la jornada. Gracias Carlos. Gracias a todos los demás. La Naturaleza y sus padres no le dimos hermanos a mi hijo. A cambio tiene un enorme surtido de primos y amigos entre los que es misión imposible destacar a alguien en particular. Sois maravillosos y os quiero lo que no estamos acostumbrados a decir. Gracias.

lunes, 4 de agosto de 2014

Pare Ubú




En la primavera de 1981 yo preparaba las oposiciones a lo que entonces se llamaba Profesores Agregados de Bachillerato. En mi empresa había un ERE que me mantenía a media jornada, con un horario muy cómodo para estudiar y colaborar en la crianza de un hijo que todavía no tenía su primer año cuando el esperpento del 23 de febrero me hizo dudar de si era una buena idea intentar ser funcionario de un estado como aquel, como éste.

El caso es que en el Teatre Lliure de Barcelona, la ciudad en la que vivía desde 1970, se había estrenado una adaptación de la obra del dramaturgo francés Alfred Jarry, Ubú rey, con el título de Operació Ubú. Y yo hice un alto en mi apretada agenda y acudí al teatro acompañado por la madre de mi hijo y una pareja de amigos que todavía no eran padres. Probablemente debo insistir. 1981. No es el refrito que Boadella lanzó varios años más tarde con el entrecejo de Pujol más fruncido y con el título más claro de Ubú President. De la primera no hay rastro en la Wiki.

El detalle de mi memoria, prodigiosa a ratos, es que los cuatro estábamos muy ocupados pero el que acudió a la fila del Lliure a comprar las entradas fui yo. Y lo recuerdo por estar leyendo un libro del que acompaño copia de la portada. En aquella cola, si, leyendo y subrayando, a fin de elaborar posteriormente un resumen del tema de la revolución del África negra. Semanas más tarde ese tema, previo sorteo, fue el que elegí para desarrollar en el ejercicio escrito de mi oposición.

Tres de los cuatro que acudimos con las entradas que yo había comprado empezamos a reírnos en el minuto uno, como la mayoría de asistentes. Pero mi amigo Jaume, que acabó tan destrozado de la risa como todos los demás, tardó en contagiarse. Creo que en toda la primera parte no sucumbió a la llamada de la carcajada. Después ya no hubo freno. Jaume tenía una procedencia geográfica y cultural diferente a la de los otros tres, no es que le fallara el sentido del humor.

Voy a volver a insistir con las fechas. El Estatut d’Autonomia se había votado en referéndum el 25 de octubre de 1979. Las primeras elecciones autonómicas se celebraron el 20 de marzo de 1980 y,  solo un año más tarde, estábamos en el teatro disfrutando la sátira que uno de los grupos más brillantes del teatro español del siglo XX había preparado sobre Jordi Pujol y, ojo, Marta Ferrusola. Eran Pare y Mare Ubú. La identificación familia Pujol-país Catalunya no ha cesado desde entonces. Ahora tiene otras consecuencias.

El final de esa primera legislatura autonómica estuvo ya salpicado con las derivadas del escándalo de Banca Catalana lo que no evitó que en 1984 Pujol obtuviera su primera mayoría absoluta. Altos y muy dignos representantes del poder judicial, que habían osado investigar las primeras operaciones turbias del muy poco honorable presidente, quedaron en entredicho, personal y profesionalmente. Las identificaciones persona-país traen malas consecuencias históricas. Antes, entonces y ahora.

¿Qué es hoy Catalunya? Una parte de la enorme fábrica de chorizos española. Una parte muy notable. Ni más ni menos. Y Jordi Pujol y la mayoría de los Pujol-Ferrusola no se diferencian en nada de toda la banda de delincuentes que, envueltos en banderas nacionales, de tres franjas o de nueve, han saqueado los bienes del Común. Merecen, como los demás, nuestro desprecio explícito hasta que se haga justicia. Nos han robado a todos.